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El requinto es un cordófono que pertenece a la familia de la guitarra pero de tono más agudo. El nombre se debe a la afinación que es cinco semitonos más alta. Puede ser de acompañamiento pero su principal característica es el punteo, no tanto para llevar la línea melódica como para ejecutar introducciones, intermedios, finales y todo tipo de adornos.

Es muy utilizado por tríos. En México tuvo su máxima expresión en el trío Los Panchos.

En nuestro país también se ha mantenido su función musical. Ampliamente utilizado por agrupaciones de pequeño formato en lugares que no favorecen su sonoridad y totalmente acústicos como restaurantes, pequeñas plazas o lugares abiertos para amenizar comidas o en serenatas. Varias visitas a estos entornos nos permitieron hallar una configuración de su barraje interior y de toda su estructura para que fuese capaz de lograr los requisitos necesarios de sonoridad y durabilidad ante un medio exigente y explotación sumamente intensa.

Otros instrumentos construidos por Amed Camilo

Guitarra   Laúd   Tres   Guitarra Barroca

José Luis Marrero Pereira. Requintista del Trío “Los Caciques”

Poseo un requinto fabricado por el luthier Amed Camilo López y está en perfecto estado. Yo lo uso bastante (más de 10 horas diarias entre estudio y trabajo) y está sometido a demasiados cambios de temperatura y de forma muy brusca.

Este instrumento es muy dócil y cómodo para tocar, además de su belleza constructiva.

Este instrumento puede llegar a sonar más alto que otros. Mantiene muy buena duración del sonido. Presenta un equilibrio entre las cuerdas primas y graves sin dejar de ser fuertes. Ninguna sobrepasa a la otra, y el sonido se produce parejo. Además, tiene un gran volumen y muy buena afinación.

Indiscutiblemente, este requinto es el mejor que he tocado. Te hace mejor músico. Te ayuda a desempeñarte bien. Es que un músico no puede trabajar bien si su instrumento no está bueno. Así es como se conoce su calidad: cuando te incita a ponerle la mano encima y éste, sin lugar a dudas, lo hace todo el tiempo.”


ángel Gilberto Martell Matos. Requintista del trío “Los Bohemios”

Yo tengo tres instrumentos (un requinto, una guitarra y un tres) y todos han sido fabricados por Amed. Creo que eso en sí ya da una medida de lo que pienso de su obra, de mi admiración por su talento y cualidades humanas.

Estos instrumentos te invitan a estudiar, a dar lo mejor de ti, a soñar. No hay dudas de que estoy enamorado de ellos.

Se puede también deducir, si se tiene en cuenta el uso constante al que son sometidos y el tiempo de fabricación la fortaleza de los instrumentos. Amed no solo logra imprimirles sonidos únicos, sino que además brinda un producto capaz de resistir el paso del tiempo y trabajo arduo.

Otra característica de los instrumentos de Amed es su sonoridad. En el requinto, por ejemplo, los bajos caminan parejos con los agudos, y me gusta mucho su volumen, dada las particularidades de mi trabajo: yo utilizo el sistema de acordes y dibujo a base de acordes. Muchos guitarristas que lo tocan dicen que suena como una guitarra: grande. Entre ellos el guitarrista solista Dagoberto Quesada (que acompañó en varias ocasiones a Elena Bourke) quien lo elogió por su volumen. Esta característica es perfecta, ya que trabajo acústicamente y en lugares donde no existe tecnología de audio. El sonido camina sin forzar el instrumento y puede llegar hasta opacar el de otros. Posee muy buena vibración, que se nota incluso al hablar. Vibración que sientes fuerte en el pecho cuando lo tocas y te hace sentirlo como parte de ti.”